Abigail tiene 24 años y por el trabajo que tenía su papá - fue marinero y administrativo en la Armada- pasó gran parte de su infancia viajando y viviendo en ciudades como Azul, Bahía Blanca, Córdoba, Tucumán y Buenos Aires.
Fanática del baile y la actuación desde muy chica, tomó clases de danzas y soñaba con llegar a la Avenida Corrientes. Sufrió bullying en el colegio por ser muy estudiosa y al terminar la secundaria, empezó a trabajar repartiendo volantes y como encargada de una cafetería para pagar sus clases de teatro.
Gracias a Potenciate, tuvo dos excelentes noticias: obtuvo una beca en la Fundación Julio Bocca para seguir capacitándose y consiguió trabajo como vendedora en Dexter, que le permite ayudar económicamente a su familia y seguir creciendo como artista.